lunes, 19 de octubre de 2015

Resumen del cuento # 15 (El primer día del reino)


cuento # 15 
el primer día del reino

Eran aquellos días en que de todo podía ocurrir, incluso lo imposible. Todos los miembros del reino de la Reina Masa estaban de fiesta. Se celebraba precisamente el día del inicio del reinado de la Reina Masa. 
La celebración de éste día era una tradición muy antigua y todas las masas participaban en él. 
Las masas grandes y las masas chicas estaban felices. La reina había dispuesto toda clase de entretenciones y también se repartían tortas y helados, golosinas dulces y saladas, bebidas y jugos naturales. Nada faltaba en este espectacular día.
A veces una masa se encontraba descansando tranquilamente y venía la Rapidez y la empezaba a mover aunque ella no quisiera. Otras veces venía una Fuerza y la empujaba sin existir ningún sentido en ello. 
Las masas a veces se atraían, otras veces se repelían. 
La Fuerza de Roce a veces estaba en contra de los movimientos de la masa y otras veces estaba a favor de ellos. 
Un buen día, la Sabia Naturaleza realizó una reunión con las líderes de entre todos los seres que habitaban el universo. A ella asistieron la representante de las masas, de las fuerzas, de las rapideces, de las aceleraciones, de las energías, y muchos otras más. 
La Sabia Naturaleza les contó que lo que veía no le satisfacía, que no había futuro alguno en el comportamiento que tenían los distintos seres del universo, que faltaba orden. 

Les dijo que debían organizarse y que pensaba que una reina sería lo mejor que podía ocurrir para gobernar el universo. Y para ello iba a elegir a la más capacitada para ser la reina y que, bajo su mandato, se proyectaría el futuro del universo. 
Les pidió a cada una de las asistentes a la reunión que diera sus razones del por qué está más o menos capacitada para ser reina. 

Luego tomó la palabra la hermosa señorita Rapidez, y dijo: Mi gran Sabia Naturaleza, yo soy la causante de que todas las masas del universo tengan movimiento, yo soy la que determina que ellas se muevan hacia un lado y luego hacia otro, a veces hago que se mueven siempre de una sola manera. Yo soy la que permite a la luz viajar desde las masas luminosas hasta los rincones más profundos de tus territorios. Yo soy la que hace que las pequeñas masas que componen todo tipo de cuerpos se muevan rápidamente en un mismo lugar y, con ello, se determina la calidez de los cuerpos, cuando las hago moverse rápido los cuerpos están más cálidos, cuando las hago moverse lentamente los cuerpos se tornan más fríos.

 Sin mí no habría posibilidad alguna de que las masas se puedan desplazar de un lado a otro. Creo que me tengo merecido el lugar de privilegio en el reino que quieres imponer. 

La masa que estaba representando a todas las masas del universo, cualquiera que fuera su forma, hizo una reverencia ante la Sabia Naturaleza y dijo: Tal vez yo no me merezca el cargo de reina, pero, ¿tienen sentido todos los seres de este universo si no existieran masas para que pudieran actuar? Es cierto que sin Energía las Fuerzas no pueden actuar y, en consecuencia, no podría existir Acelerada y Rapidez no tendría sentido. Pero pese a la importancia de Energía, ¿existiría sin mí?, ¿de qué está compuesto el universo si no es de masas?, ¿sobre quién actúan las fuerzas si no es sobre masas?, ¿quién se mueve con Rapidez si no es una masa?, ¿quién empieza a moverse o cambia su movimiento junto a Acelerada, si no es una masa? Yo no necesito de ninguna de mis amigas para existir. Sabia Naturaleza, tú eres muy sabia y sabrás elegir a la mejor reina para que administre y gobierne tu universo. Para mí ya ha sido un honor el haberme acercado a ti, como ahora lo he hecho. 


Resumen del cuento # 14 (El día en que el reino de la Reina Masa casi se divide)


cuento #  14
el día en que el reino de la reina masa casi se divide


Como siempre ocurría en el reino de la Reina Masa, las masas iban y venían por todos los caminos que encontraban. Si en el diario andar llegaban a un lugar donde no había caminos, lo hacían y así podían proseguir. 

A veces los caminos eran rectos y otras veces eran sinuosos. A veces eran cortos otras veces eran largos. A veces eran angostos otras veces eran anchos. 
La princesa Materia hubo de ordenar el sentido de circulación por muchos de los caminos pues las masas, a veces, se entorpecían unas a otras al querer pasar de un lugar a otro. 

La princesa Materia representaba a las masas que eran felices bajo un solo reinado. 
El Señor Átomo, que era muy amigo de la princesa Materia, pensaba distinto. El estaba en acuerdo de que las masas más pequeñas del reino tuvieran independencia, y querían que los gobernara la señora Molécula. 

La comunidad de las Fuerzas también proponía que ellas necesitaban independizarse, para ello enviaron a su representante la Fuerza Normal. 
Y las distintas masas y Fuerzas se aglomeraban ya a las puertas del poblado donde sería la reunión. 

La princesa Materia envió a su amiga Gravedad a que conversara con el Señor Peso para que este le dijera a Fuerza Normal que si se conservaba el reino de la Reina Masa, ellas, las Fuerzas, podrían seguir actuando como siempre lo habían hecho. El Señor Peso le dijo a Gravedad que no podía prestarse para tal servicio pues ya estaba cansado de estar bajo el gobierno de la Reina Masa. Gravedad tuvo que amenazarlo con desaparecer de su existencia si no acudía con el mensaje donde Fuerza Normal. Por cierto que ante tal amenaza, el Señor Peso tuvo que acceder a la solicitud de Gravedad. 

La señora Molécula se reunía con sus más cercanas amigas y amigos para buscar argumentos que les aseguraran la independencia del reino. El Señor Átomo hacía las veces de líder y era él quien propiciaba los mejores dichos y las más sabias palabras. 

Incluso hubo algunos átomos que estaban reconsiderando la opción de que fuera la señora Molécula la futura Reina y ya querían que fuera el Señor Átomo. Pero el mismo Señor Átomo decía que se contentaba con ser el representante, que no tenía ansias de poder ni de gobernar, que era la señora Molécula la más indicada para tal misión. 

En otra parte, en una extraña tienda de campaña en forma de zapato, se reunían las más importantes Fuerzas para discutir la estrategia que iban a mostrar en la reunión. 
Las autoridades locales del poblado donde se haría la reunión tuvieron que llamar a acuartelamiento general a la imponente guardia imperial del reino de la Reina Masa, que era más conocida como "La Muralla". La Muralla rodeo el poblado y puso integrantes en cada esquina del pueblo, algunos andaban solos y otros acompañados. 

También tuvieron que vigilar el sector donde estaban las masas vendedoras y las masas compradoras. Era tal el tumulto de masas y Fuerzas, que la presencia de La Muralla fue de una gran utilidad para evitar que se destrozaran los jardines del pueblo y, además, impidieron que se cometieran desordenes. 

Llegado el momento al centro de la mesa se sentó Gravitón y a uno de sus lados estaba la princesa Materia y Fuerza Normal, al otro lado solo estaba el Señor Átomo. 
Gravitón les dijo que cada uno iba a hacer uso de la palabra y que el motivo que deberían argumentar era en el sentido de la necesidad de presentar una solicitud de independencia de las diferentes comunidades del reino de la Reina Masa.


Resumen del cuento # 13 (Una masa molesta con el Señor Roce)




Cuento # 13
Una masa molesta con el Señor Roce

En tiempos muy lejanos del pasado y del futuro del reino de la Reina Masa, todo parecía en orden y en equilibrio. Las Fuerzas actuaban sobre las masas y las masas cambiaban su movimiento.
Las masas interactuaban permanentemente en sus ya conocidos juegos: el empujar, el golpear, el impulsar, el equilibrar y otros tanto o más populares que los nombrados.
Las masas móviles de la Tierra, del Agua y del Aire, se desplazaban de un lado a otro recorriendo el reino, unas veces para conocer lo que estaba más allá de las fronteras y otras veces para ir a visitar a masas conocidas Cierto día una de las fuerzas que gustaba de golpear y arrancar, la Fuerza Impulsiva, golpeó una masa que estaba tranquilamente descansando a la sombra de un árbol.
Como era de esperarse, la masa que recibió el golpe salió desprendida bruscamente del lugar en que se encontraba.
Adquirió un gran ritmo de movimiento y, cosa curiosa, la masa se empezó a detener poco a poco y hasta que al final quedó nuevamente en reposo, lamentablemente no donde quería pues quedó expuesta al radiante Señor Sol. Pero, al final se detuvo.
Muy cerca del lugar donde ocurría lo de la masa que se movió y se detuvo, había una masa que se estaba moviendo a un ritmo parejito por efecto de una fuerza que la estaba empujando, era una de las llamadas Fuerzas de Contacto. Pero, la fuerza se aburrió de empujarla y se fue a otro lado, y sucedió que la masa que se movía parejito empezó a disminuir el ritmo de su movimiento y hasta que al final se detuvo.
Cuando se miraba a una y otra masa que se estaban moviendo, se observaba que algunas de ellas tenían que hacer un gran esfuerzo para mantener el movimiento que tenían Las compañeras de Masita callaron y nada decían a lo que ella les contaba.
Masita insistió: ¡ya estoy aburrida que la Fuerza de Roce impida mis movimientos! Algo he de hacer a favor de nosotras las masas, especialmente de aquellas de nosotras que nos gusta movernos. No puede seguir sucediendo que venga la Fuerza de Roce y nos obligue a detenernos. ¡Es injusto!, decía, que siempre tenga que soportar los golpes y los empujes de las fuerzas de Contacto y otras para vencer la oposición de la Fuerza de Roce.
Nadie respondía a los comentarios de Masita, que ya estaba muy molesta por todo lo que le sucedía Y el Viento fue donde Masita, y esta casi se cae ante su presencia, y le planteó la advertencia de Fuerza de Roce.
Masita, muy preocupada ante esa advertencia, entró en dudas de acerca de ir o no ir donde su Reina. Quería ir para encontrar pues pensaba que la Reina iba a favorecerla e impedir que Fuerza de Roce siguiera molestándola. Pero también no quería ir por el esfuerzo que iba a tener que hacer durante el viaje, ya que Fuerza de Roce pretendía no dejarla tranquila en todo el viaje.
Al final Masita decidió ir donde su Reina Mi adorable Reina, yo he sido una fiel súbdita de tu reino, al igual que muchas de mis compañeras, pero has de saber que hay una Fuerza que nos están molestando y quisiéramos que tú, con tu gran sabiduría y poder, hicieras algo para alivianar nuestra existencia.
Ocurre, continuó Masita, que cada vez que queremos empezar a movernos viene Fuerza de Roce y nos lo quiere impedir, también sucede que cuando ya estamos en movimiento viene nuevamente la Fuerza de Roce y nos molesta hasta que nos detenemos. Para mantener un movimiento debemos recurrir a una de las Fuerzas de Contacto para que se encargue de anular a la Fuerza de Roce, pero ello significa, para nosotras, un gran esfuerzo, nos cansa y agota con gran facilidad.
¿Qué puedes hacer, mi querida Reina, para alivianar nuestra existencia en tu reino?
La Reina le dijo: mi Masita adorable, hace mucho tiempo, a los inicios de los tiempos, la Fuerza de Roce no existía. Y, te aseguro, que si tú hubieras existido en ese tiempo, entonces habrías sido más infeliz de lo que parece que eres ahora.
En esos tiempos todo objeto que se empezaba a mover, nada ni nadie podía detenerla, exceptuando algunas fuerzas que repentinamente actuaban sobre las masas que se movían, pero ocurría que cambiaban su movimiento hacia otro lado o simplemente se destrozaban.
Cuando no estaba la Fuerza de Roce, la Tierra empezó a quedar despoblada, las masas móviles daban un paso y prontamente adquirían tal velocidad que se perdían en el espacio. Solo el Señor Peso contribuía en algo para que no se arrancaran todas las masas de la Tierra.
Una masa como tú, recibía una Fuerza Impulsiva y ya jamás se podía detener y ahí si que tenía que hacer esfuerzos, pues no podía detenerse de manera alguna, su existencia transcurría sin descanso. Entonces la vida si que era muy difícil para nosotras las masas.
Entonces casi no teníamos voluntad para detenernos o movernos cuando queríamos. No como ahora, que a pesar del esfuerzo que tenemos que hacer para soportar las fuerzas que nos llevan de un lado a otro, a veces enojándonos con Fuerza de Roce, la vida es mucho más entretenida que antes. Ahora no corremos grandes riesgos de perdernos en el espacio finito e infinito. Si parece que vamos muy rápido, viene Fuerza de Roce y nos disminuye el ritmo de movimiento.
No desprecies lo que tienes, ha costado ya casi una eternidad el tener lo que tenemos y no debemos perderlo.
Así pues, mi querida Masita, tendrás que aprender a vivir con Fuerza de Roce, trata de hacerte amiga de ella, y verás que te alivianará el camino, te lo hará más liso y entonces no te será tan molestosa. Si sigues con esta actitud lo único que lograrás es que la Fuerza de Roce te coloque solo caminos ásperos y difíciles para poder moverse.


Resumen del cuento # 12 (Fuerza empuje)




cuento # 12
fuerza de empuje


Hace mucho tiempo, cuando recién se había formado esa gran masa de agua que rodea gran parte de la Tierra, nada habitaba sus profundidades, solo había agua y más agua. 

El día menos pensado, la Reina Masa pidió voluntarias entre las masas móviles para que fueran a conocer que había en lo hondo del océano. Y fueron muchas las que se ofrecieron para tal misión. 

Las masas móviles acuáticas se movían de lado a lado por el fondo del océano, más no podían salir a su superficie y empezaron a echar de menos al Señor Sol que, antes, día a día los alumbraba y les daba calor. 

Ni siquiera la Señora Luna los visitaba al fondo del océano. Y más se introducían al fondo del mar y más se oscurecía el lugar donde andaban. 

La Delfina, que era la masa móvil más inteligente entre las que se habían internado en el agua hizo lo imposible para salir al borde de la Tierra y, tras mucho esfuerzo, lo logró. Otras la siguieron pero al tratar de respirar en la superficie se dieron cuenta que no podían y tuvieron que volver al agua. 
Ninguno de los asesores y asesoras tuvo una respuesta satisfactoria. 

Entonces la Reina proclamó a todo su reino la noticia lamentable que le informaba Delfina, que las masas móviles acuáticas solo podían caminar por el fondo oceánico y que muchas no podían respirar en la superficie, que la oscuridad las estaban invadiendo y no podían subir cerca de la superficie para recibir la calurosa presencia del Señor Sol durante el día y de la luminosidad de la Señora Luna en las noches. 

Mi Reina, creo que podemos hacer algo, yo puedo pedirle a la familia de los Átomos que formen pequeñas familias más numerosas, que podríamos llamarlas Moléculas, y en las sustancias más suaves como los líquidos, darles la propiedad de que ante cualquier presencia de una masa ajena a ellas, las empujen hacia arriba. 

La Reina le dijo, me parece bien, pero el Señor Peso se opondrá a que alguien quiera hacerle competencia, él se encarga de empujar a las masas hacia abajo, hacia el centro de la Tierra. Y tú estás sugiriendo que exista una fuerza que empuje a las masas hacia arriba. 

A Fuerza Normal le pareció muy interesante la idea y dijo estar gustosa de que la familia de las Fuerzas tuviera a una integrante más. Pero, le dijo a la Reina, creo que al Señor Peso no le va a gustar la idea. 

Entonces, la fuerza desconocida y Delfina se fueron al océano. 
Llegaron al océano y no transcurrió tiempo alguno después que ambas, Delfina y la fuerza desconocida, se internaron en el agua, que Delfina pudo darse cuenta que podía desplazarse en el agua, y no se iba al fondo. 

Fueron entonces, Delfina y la fuerza desconocida, al fondo del océano y se encontraron con algunas masas móviles acuáticas que andaban vagando por ahí. Inmediatamente entraron en contacto con la fuerza desconocida pudieron elevarse en el agua y desplazarse de un lado a otro. La fuerza desconocida las empujaba hacia arriba y las hacía más livianas. 

Y así es como ahora viven felices las masas móviles acuáticas, que posteriormente pasaron a llamarse Peces, y también las masas móviles aéreas que con el tiempo adquirieron el nombre de Aves. 


Resumen del cuento # 11 (Efectos de las fuerzas)



Cuento  # 11
Efectos de las fuerzas

Cierto día, por uno de los tantos jardines del reino de la Reina Masa, andaban unas masas divirtiéndose. Había masas grandes y masas pequeñas. 
Las masas correteaban libremente y sin mayores tropiezos ya brincando sobre una canal o bien sobre un arbusto. Algunas masas jugaban a empujarse mientras que otras se recreaban mirando como las demás jugaban. Parecía un día feliz en el reino.
 
La noticia del día de diversión de las masas llegó a muchos integrantes del reino de la Reina Masa. Se acercaron Electrón, Protón y Neutrón. Otros que llegaron fueron las integrantes de la comunidad de las Fuerzas. El Señor Peso llegó junto a Gravitación Universal. Y, para finalizar, engalanaron el día la misma Reina Masa y la princesa Materia Había otra masa, que estaba leyendo un cuento, que no participaba de los juegos bruscos de sus hermanas pues era muy delicada. Pero también recibió el empujón de una Fuerza que, desgraciadamente, la deformó y cambió su forma de presentarse. Pero al menos eso no fue tan grave, pues otra masa, más frágil que ella, también recibió el empujón de una Fuerza y no solo se deformó sino que se rompió en varios pedazos. De entonces se sabe que una Fuerza que actúa sobre una masa puede cambiarle su aspecto físico Había una masa que, jugando, saltó una gran altura y cuando estaba arriba se le acercó el Señor Peso y lo empujó hacia abajo, haciendo que su movimiento fuera creciendo mientras bajaba. Algunos se dieron cuenta que en realidad el Señor Peso lo empezó a empujar hacia abajo desde que la masa saltó hacia arriba y, entonces, le había disminuido el movimiento hasta que la detuvo en la máxima altura que alcanzó la masa La princesa Materia y la Reina Masa, que como sabemos también estaban presentes en la fiesta de las masas, y más aún, ocupaban el sitial de honor en ella. Conversaban entre sí y comentaban las distintas reacciones que tenían las masas por efectos de las Fuerzas que intervenían en sus juegos.
 
La princesa Materia preguntó a la Reina Masa si acaso era normal que cuando una Fuerza actuaba sobre una masa ésta última se viera afectada ya sea cambiando su movimiento o deformándose Ahí la cosa es más complicada, respondió la Reina Masa. A veces solo depende del tamaño de la Fuerza, pero otras veces depende del lugar en que la masa recibe la Fuerza. Otras veces depende del tamaño de la masa.
 
A lo mejor no te distes cuenta, siguió la Reina, pero si una Fuerza empuja a una masa en toda su superficie provoca un efecto distinto si actuara sobre solo una pequeña parte de su superficie. Esto era más visible cuando las Fuerzas causaban la deformación de las masas frágiles  La princesa Materia, muy agradecida de las enseñanzas de su Reina, en un momento de descanso convocó a todas las masas que estaban jugando a una reunión informativa y les dijo:
 
Estimadas masas que adornan el reino de la Reina Masa, les informo que de ahora en adelante pongan cuidado en aceptar o no que las Fuerzas intervengan en sus juegos. Como habrán notado, las Fuerzas les cambian el movimiento y, a veces, las deforman y, peor aún, otras veces las rompen. Pongan, pues, mucho cuidado. Puede ser muy entretenido jugar con las Fuerzas pero deben atenerse a las consecuencias de esos juegos ya que hay algunas Fuerzas más bruscas que otras.
 
Estén atentas a las Fuerzas de la familia de los Golpes, ellos son muy violentos y pueden deformarlas y afearlas. Otras familias, como las Fuerzas Impulsivas, solo les cambian el movimiento. Incluso el Señor Peso, a quien tanto admiro, les provoca efectos, especialmente cuando saltan.
 
Una de las masas que estaba presente se levantó y dijo: querida princesa Materia, no siempre has venido a nuestros días de recreación y agradecemos que hoy lo hayas hecho. Siempre que jugamos lo hacemos con las Fuerzas, ellas contribuyen a que nuestros días sean más divertidos, sin ellas, nuestras vidas serían apacibles y de mucho aburrimiento. A nosotras nos gusta sentirnos impulsadas por las Fuerzas y así cambiar nuestro movimiento, también nos agrada que vengan unas Fuerzas y nos deformen ya que así podemos cambiar nuestra forma de presentarnos, también nos gusta que nos rompan ya que esa es la mejor forma que hemos encontrado para conservar nuestra especie, de una de nosotras nacen varias más.
 
La princesa Materia agradeció la sinceridad de la masa que habló y también encontró sabiduría en sus palabras y les prometió que en adelante ella siempre iba a venir los días en que había diversión y fiesta. Más aún, les pediría que esto lo hicieran todos los días, ha sido muy agradable verlas como se entretienen junto a las Fuerzas.
 
Y así fue como día tras día las masas se entretienen con las Fuerzas que juegan con ellas.
 
Y las Fuerzas, felices, siguieron modificando los movimientos de las masas, otras las deformaban y otras las dividían en pedazos.


Resumen del cuento # 10 (el señor peso)



Cuento # 10
El Señor Peso

Hace tiempos muy remotos, cuando la Reina Masa estaba creando su reino, la princesa Materia ya estaba recorriendo cada rincón del universo que se estaba formando, y también el que estaba por formarse, y, por cierto invitó a su leales súbditos Electrón, Protón y Neutrón.
La princesa Materia también invitó a recorrer las distintas masas del reino a su amiga Gravedad, que más tarde se encontraría con Leydela y daría forma a las responsables de la organización de las distintas masas del espacio finito e infinito, me refiero a Gravitación Universal.
Y cuando las distintas masas recibían la visita simultánea de la princesa y de Gravedad, ocurrió el fenómeno más curioso que se tenía en cuenta por entonces Y así fue sucediendo, de masa en masa. Las masas más pequeñas, móviles e inmóviles, se sentían más atraídas a masas grandes que a masas más pequeñas.
El curioso fenómeno, del cual no se tenían noticias anteriores, llamó particular atención a las masas móviles. Éstos empezaron a estudiar lo que sucedía a cada masa del reino y se dieron cuenta que las masas pequeñas como que se “pegaban” a las masas más grandes. Pero no encontraron explicación.
Fue entonces que la princesa Materia fue a consultar a la Reina Masa, por si acaso sabía algo del por qué sucedía que cuando se juntaba una masa con Gravedad, las masas más pequeñas eran atraídas por las masas más grandes.
La Reina Masa, se quedó pensando un momento y le dijo a la princesa: Debe ser el Señor Peso que está haciéndose presente en las masas más pequeñas de mi reino.
La Reina Masa le contó a la princesa que el Señor Peso ya antes se había hecho presente y que incluso había pretendido ser más importante que ella, y que después de superada la aparente disputa del reinado, ella, muy magnánima, había decidido que el Señor Peso siguiera presente en el universo pero a condición que se hiciera presente solo en las cercanías de masas grandes. De entonces que el Señor Peso anda por ahí, y tú lo que has hecho es encontrarte con él. Y, verás que se manifiesta solo si te acompaña tu amiga Gravedad, así lo había predestinado la Sabia Naturaleza.
Continuó la reina: si quieres no ver más al Señor Peso, basta que le pidas a Gravedad que no te acompañe y verás que él se ocultará nuevamente.
La reina le preguntó a la princesa Materia: ¿Por qué te interesas tanto en lo que le ocurre a las masas pequeñas de mi reino cuando andas con Gravedad?
La princesa, ruborizándose, le dijo: Me ha llamado la atención lo que he visto y creo que me ha gustado, me agradaría conocer más a ese Señor Peso que dices que anda por ahí “Queridas súbditas, las masas más pequeñas, se sienten atraídas hacia las masas más grandes y es algo natural que ocurre. Lo que sucede es que el Señor Peso se ha apoderado de todas ustedes gracias a la presencia de la Gravedad que visita todas las masas del reino.”
“Verán que donde esté Gravedad, también está el Señor Peso. Es inevitable.”
Para que se informen mejor llamaré a Gravedad, si viene ella, seguro que también viene el Señor Peso, ahí le pueden preguntar a él mismo sobre este extraño fenómeno que está ocurriendo.
Les esperaremos, le dijeron las masas móviles.
No transcurrió mucho tiempo cuando la princesa Materia y Gravedad llegaron a donde estaban reunidas las sabias masas móviles.
Y, ¿el Señor Peso?, preguntaron las masas móviles a la princesa Materia y a Gravedad.
Gravedad llamó al Señor Peso y no aparecía. Volvió a insistir y nada ocurría. Al final, fue la princesa Materia la que lo llamó, y claro, ahora el Señor Peso no se pudo resistir y se asomó ante ellas y las sabias masas móviles.
La más sabia de las masas móviles se presentó, y dijo: Miren, a mi me llaman Raza Humana, y quiero saber, Señor Peso, por qué es que desde hace un tiempo a esta parte las masas pequeñas del reino de la Reina Masa, incluido nosotras, nos sentimos atraídas a las masas grandes. La Tierra nos atrae y no podemos escapar de ella.
El Señor Peso tomó la palabra y dijo: Mira Raza Humana, lo que ocurre es gracias a la presencia de la princesa Materia, que le da sentido a las masas como ustedes y todas en general, y a la Gravedad. Cuando ambas se juntan, es decir, Materia y Gravedad, yo me materializo en cada una de las masas en que se encuentran ellas, y por naturaleza mi tendencia es irme siempre hacia el centro de las masas más grandes.
Es más fácil decir, continuó el Señor Peso, que cuando una masa se encuentra con Gravedad, inevitablemente seré yo el Peso, quien actuará sobre ella y trataré de llevarla conmigo hacia el centro de las masas grandes, pero como ustedes saben, es imposible que nos metamos en el interior de ellas, por lo que ustedes solo quedarán adheridos a la superficie de esas grandes masas. Así como ustedes se sienten atraídos a la masa Tierra, donde estamos ahora.
Continuó el Señor Peso: Y, de entre todas las masas que se atraen a las masas grandiosas del reino, mi presencia es más notoria en las masas más grandes que en las más pequeñas.
Terminada la locución del Señor Peso, la Raza Humana dijo: Gracias Señor Peso, de ti hemos aprendido algo muy importante hoy día. Sin duda que a ti te debemos entonces el hecho de que no nos podamos desprender de esta hermosa Tierra. Si no fuera por ti, seguramente en cada paso que diéramos nos escaparíamos hacia el espacio finito e infinito. Gracias nuevamente.
Así fue como la Raza Humana comprendió la naturaleza y función del Señor Peso en la existencia en el reino de la Reina Masa.
La princesa Materia quedó maravillada del poderío y sabiduría del Señor Peso y, para agradecer la presencia de él, que recién ahora lo conocía en persona, lo invitó a recorrer juntos, y visiblemente, cada una de las masas del reino de la Reina Masa.
Y así es como desde entonces, cada masa que es visitada por la princesa Materia, su amiga Gravedad y el Señor Peso, el reino de la Reina Masa parece más ordenado que nunca.
Y... se fueron recorriendo el universo,... de masa en masa. 

Resumen del cuento # 9 (Comunidad fortificada)


Cuento # 9
Comunidad fortificada


En el reino de la Reina Masa la vida transcurría plácidamente, la princesa Materia iba y venía de masa en masa, los fieles súbditos de la Reina hacían su vida alegremente. 
No había ser en el reino que no contemplara la grandiosidad de su Reina y que no manifestara agradecimiento a la princesa Materia por visitarlos permanentemente.
 
Cierto día, en una de las comunidades más importantes del reino, la Comunidad Fortificada, las familias de las Fuerzas se habían reunido a festejar un aniversario más del matrimonio entre Leydela y Gravedad, que por entonces ya se habían hecho conocido como Gravitación Universal por todas partes de la comunidad y del reino de la Reina Masa La familia del Sistema Solar se había agrupado alrededor del Señor Sol, que era una de las masas más grandes del espacio y por ello podía atraer a cada uno de los planetas, cometas y otros objetos que integraban su familia. Incluso la Tierra y otros planetas atraían sus propias Lunas.
 
Las Fuerzas hicieron diversas competencias y actividades recreativas, unas hacían más trabajo que otras, pero al final todas participaban de la celebración.
 
Algunas fuerzas eran más extrovertidas que otras, entre las más extrovertidas estaba la Fuerza de Acción, que a veces golpeaba la mesa para que le sirvieran más bebida, y la Fuerza del Viento no lo hacía mal ya que emitía ruidos ensordecedores, que incluso hacía que las hojas de los árboles bailaran a su compás A lo que Fuerza Normal respondió: mira, estuve conversando con uno de los súbditos más fieles de la Reina Masa, me refiero a Neutrón. Y me dijo que si uno escarbaba y escarbaba en las masas en que estaba la princesa Materia, nos íbamos a encontrar con unas masas muy pequeñas, que pertenecen a la familia de los distinguidos Átomos, y en ellas se encuentran en su interior los miembros de la familia de los Protones, que entre sí son muy peleadores, se rechazan continua y permanentemente con enorme intensidad, pero que a pesar de todo había una especie de pegamento que los mantenía unidos, ese pegamento es la Fuerza Nuclear de la que estoy hablando. Ella es la más fuerte, pues atrae incluso a masas que se rechazan. Lo que hace Gravitación Universal no es ninguna gracia, atrae solo a las masas que se atraen, pero – en todo caso – es quizás lo más importante que ocurre en el reino de la Reina MasaSin embargo, continuó Fuerza Normal, Gravitación Universal siempre está presente y no depende de los traviesos electrones o de los protones o de los neutrones. Depende solo de que la princesa Materia esté en los cuerpos del universo, es decir, depende solo de la existencia de las masas. Por ello es que es la que más se muestra, a pesar de ser una de las más débiles.
 
Y así es como con la sabiduría de Fuerza Normal se logró entender la grandiosidad de Fuerza de Gravedad y del matrimonio Gravitación Universal, sin perder de vista de la importancia de las otras fuerzas de la Comunidad Fortificada.
 
Terminó el interesante diálogo entra las fuerzas presentes en la celebración del aniversario de Gravitación Universal y continuaron las actividades con la repartición de una rica y deliciosa torta.



Resumen del cuento # 8 (caminar)




Cuento # 8
Caminar

Hace mucho tiempo, casi en los inicios del tiempo de las masas móviles. Una de ellas, que se hacía denominar Raza Humana iba caminando tranquilamente por el bosque cuando uno de los árboles lo llamó y le preguntó: 
- Dime Raza Humana, ¿cómo es que puedes caminar y nosotros, los árboles no?
 
La Raza Humana, hasta entonces, sólo había caminado y caminado pero jamás se había hecho esa pregunta, y por más que lo intentó, no logró dar con una respuesta satisfactoria a la demanda del árbol. Sólo pudo decir:
 
- Mira hermoso árbol, yo siempre he caminado, y creo que es la Sabia Naturaleza la que me ha dado esta virtud, pero más no sé al respecto.
 
Y la Raza Humana siguió su camino, luego se encontró con una gran roca y ésta le hizo la misma pregunta, y la respuesta de Raza Humana fue la misma.
 
Y fueron muchos más los seres inanimados los que interrogaban a Raza Humana pero éste jamás tuvo una respuesta coherente que dar.
 
Y Raza Humana se puso a indagar acerca del extraño fenómeno que lo diferenciaba de los demás seres del reino de la Reina Masa. Y nada, no conseguía obtener ni siquiera una hipótesis razonable El Señor Peso dijo: La Raza Humana, y otros seres, pueden caminar pues el peso de ellos los obliga a permanecer sobre la superficie de la Tierra. Y cuando intentan avanzar, elevando uno de los pies, es el peso el que lo obliga a avanzar y así puede dar un paso, y luego otro y otro más, logrando, entonces, que pueda caminar.
 
Inercia escuchó atentamente las palabras del Señor Peso y agregó: lo que dice el Señor Peso es cierto, pero soy yo la encargada de que la Raza Humana, y otros seres, dando el primer paso después continúen avanzando o retrocediendo, si no fuera por mí, darían el primer paso y ahí quedarían sin poder avanzar o retroceder.
 
Gravedad, que también había escuchado al Señor Peso y a Inercia, dijo: cierto lo que dicen ustedes, pero deberán tomar en cuenta, especialmente el Señor Peso, que si no existiera yo, el Señor Peso no podría actuar sobre la Raza Humana y otros seres que pueden caminar. Yo le soy muy necesario, pues yo me encargo de empujar al pie de Raza Humana y otros seres animados a la superficie de la Tierra Fuerza Normal, había escuchado al Señor Peso, Inercia y Gravedad y agregó, cierto lo que dicen todos ustedes, pero deberán tener en cuenta que si no fuera por mí, la Raza Humana se hundiría en la Tierra, yo soy la encargada de equilibrar el peso que tiene y dejarlo sobre la superficie de la Tierra. Si yo no existiera no habría ser en la Tierra que no se hundiera bajo su superficie.
 
Fuerza Muscular, que también andaba por ahí, después de haber escuchado tan brillantes participaciones del Seño Peso, de Inercia, de Gravedad y su antecesor, la Fuerza Normal, no pudo más que agregar, muy cierto lo que dicen todos ustedes, pero, ¿podría caminar la Raza Humana y otros seres animados si yo no hiciera el intento de mover el pie de ellos? Verán que mi presencia es indispensable, sin mí es imposible cualquier intento de caminar, si no fuera por mí, lo único que sucedería es que la Raza Humana estaría igual que los árboles y las rocas, estaría parado y solo gracias al Señor Peso, Gravedad y Fuerza Normal no se elevaría ni se hundiría.
 
La Raza Humana ya creía que tenía la respuesta a la pregunta que tantos seres le habían hecho y para la cuál no tenía argumentos que justificaran una buena respuesta Raza Humana, fue entonces a dar un paso para encaminarse a su casa y se resbaló quedándose en el mismo lugar, intentó dar otro paso y no podía. Entonces, pidió que le ayudaran para lograr avanzar. Fuerza Impulsiva, que aún no se retiraba, le dio un pequeño empujón y la Raza Humana salió rauda sin poder detenerse, afortunadamente para él se le interpuso un árbol y chocó con él y quedó con varias magulladuras. No entendía lo que sucedía.
 
Inercia le dijo: Raza Humana, yo soy la responsable de que no te hayas podido detener, pero sugiero que escuches las palabras de ese que quiere hablar.
 
Entonces, Raza Humana se paró y llamó a quien quería opinar también.
 
Era Fuerza de Roce quien quería hablar. Y dijo:
 
- Ya ves Raza Humana, ahora que te hice falta y que querías ignorarme no has podido siquiera sostenerte en un lugar, no pudiste empezar a caminar por más que el Señor Fuerza Muscular lo intentó, y ni siquiera con el Señor Peso y Gravedad pudisteis hacerlo, tampoco te ayudó la querida Fuerza Normal, solo Inercia colaboró y lo único que conseguiste fue chocar con ese árbol Inmediatamente continuó Fuerza de Reacción. Y yo, apenas veo que intentan moverte, mi hermano hace el intento, me personifico en el suelo, y gracias a Fuerza de Roce que impide que te resbales, yo ejerzo mi Fuerza de Reacción sobre tu pie. Y gracias a ello puedes moverte.
 
Y ahora, la Raza Humana intentó moverse, y al fin pudo hacerlo. Fue a dar la mano, por agradecimiento, a todos los que colaboraron dándole los argumentos necesarios para la respuesta a la pregunta que tantos le habían formulado.
 
Y así es que, desde entonces, la Raza Humana y otros seres animados, pueden caminar gracias a la gran familia de las fuerzas y otros amigos.
 
Raza Humana se dio cuenta que para caminar tenía que agradecer al Señor Peso, a Gravedad, a Inercia, a Fuerza Normal, a Fuerza Muscular, a Fuerza de Roce y a los gemelos Fuerza de Acción y Fuerza de Reacción.
 
Y así la Raza Humana siguió caminando por las calles, caminos, sendas y veredas de la Tierra. 


Resumen del cuento # 7 (El reino de la Reina Masa)


cuento # 7 
el reino de la reina masa

En el reino de la Reina Masa, como ha de suponerse, los habitantes son masas. 
Hay masas tan grandes como nuestro Señor Sol, y más grandes aún, también hay masas tan pequeñas como granos de arena, y las hay más pequeñas aún, hay masas en forma de pelota y también en forma de cuadrados, hay masas que se mueven y otras que están quietas, hay masas que se ven y otras que no se ven, en fin, sería muy largo enumerar todos las formas, tipos y tamaños de las masas del reino. La Reina Masa gobierna sin lugar a dudas el universo de lo finito y de lo infinito. Es la Sabia Naturaleza la que le ha dado tal misión. Y ella, la reina, cumple su tarea desde que empezó el tiempo y seguramente lo estará haciendo cuando el tiempo llegue a su fin Al poco tiempo de que Electrón, Protón y Neutrón empezaron a andar juntos por el reino, empezaron a corretearse unos a otros, no había quién detuviera sus jugarretas. Electrón siempre quería llegar primero a las distintas masas que iban a visitar, pero también quería lo mismo Protón, y, a veces, se ponían a discutir. Neutrón, que era muy amistoso, siempre hacía que Electrón y Protón se reconciliaran y volvían a las jugarretasHabía unas masas móviles que decían que eso era el viento, pero no sabían que eran los súbditos fieles de la princesa Materia que andaban jugando por ahí. 
Otro día, se subieron a una masa larga y angosta, parecía una línea y tenía color metálico. Protón y Neutrón se marearon y les dio pánico moverse, sin embargo Electrón, que era el más pequeño y travieso, se puso a correr de un lado a otro, y una masa móvil grande que se dio cuenta del juego de Electrón, le llamó – al juego – electricidad. Y a Electrón le gustó el juego, pues podía producir efectos luminosos en unas masas frágiles y transparentes, que las masas móviles le llamaban ampolletas, y también efectos ruidosos en unas masas que las masas móviles le llamaban radio. 
De entonces que Electrón no puede abandonar el juego y las masas móviles tienen la electricidad en sus casas Las masas móviles grandes se dieron cuenta de la existencia de la masa Relativa y la examinaron cuidadosamente y así lograron comprender mejor algunos secretos del reino de la Reina Masa. 
Y, bueno, Materia, la princesa a la cual servían Electrón, Protón y Neutrón, decidió acompañarlos en un viaje por las masas del reino. 
Materia, igual que sus súbditos, se empezó a introducir en todos los cuerpos que tenía el reino de la Reina Masa. Y logró entrar a todos, sin faltarle uno siquiera. Tanto le gustó a la princesa Materia entrar a las masas que ahora entendía la felicidad permanente de Electrón, Protón y Neutrón. 
Desde entonces se dice que todos los cuerpos del reino de la Reina Masa tienen a la Materia en su interior. Las masas móviles dicen que un cuerpo tiene masa si en su interior se encuentra la princesa Materia Una vez, los amigos Electrón, Protón y Neutrón llamaron a sus hermanos, y se metieron muchos de ellos en un cuerpo y vieron que el cuerpo se hacía más grande, luego se metieron unos pocos en otro cuerpo y este cuerpo se hacía más pequeño. Desde afuera una masa móvil miró la entretención de los amigos y sus hermanos y dedujo: “mientras más electrones, protones y neutrones tenga un cuerpo, la medida de la masa del cuerpo donde están se hace más grande”. 
Y pasó el tiempo y ahora, tanto la princesa Materia como sus fieles súbditos Electrón, Protón y Neutrón y todos sus hermanos, se introducían a todos los cuerpos y les iban dando forma y medidas diversas. Las masas móviles, que casi no podían ver a los hermanos de Electrón, Protón y Neutrón, los confundían con la princesa Materia. 
Desde entonces es que las masas móviles dicen que los cuerpos con masa tienen a Materia en su interior y que, a su vez, la princesa Materia tenía electrones, protones y neutrones. 
Y, Electrón, Protón, Neutrón y la princesa Materia, siguen hasta el día de hoy jugando, felices y unidos, en todas las masas del reino de Reina Masa.  

Resumen del cuento # 6 (inercia)


cuento #  6 
inercia


Todos creen que las primeras Olimpiadas se realizaron en Grecia hace muchos años atrás, y que de allí surgiría la primera Maratón. Pero nadie sabe que en realidad la historia es otra. 
Mucho tiempo antes de la supuesta primera Olimpiada, se realizó la verdadera primera Olimpiada. Se realizó en los campos del Jardín de lo Infinito y lo Finito, en terrenos del Sistema Solar. 
Los participantes más destacados, según se recuerda en los anales históricos de la eternidad, fueron: el Roce Cinético, que participó en el juego de bochas; la Fuerza de Reacción que participó en el primer partido de tenis que se tenga recuerdo y jugó la final con su afamado rival, su gemelo Fuerza de Acción; la Fuerza de Roce con el Aire, que compitió en el torneo de elevación de cometas; la Fuerza Impulsiva, que participó en el salto alto y después en el salto con garrocha. En fin, fueron muchos los atletas que dieron realce a esa Olimpiada que se realizó en los campos del Jardín de lo Infinito y lo Finito Rápida, partió con un ritmo parecido al de Velocidad. 

Inercia, sin embargo, partió con un lento ritmo inicial. 
Salieron del planeta y como éste no tenía atmósfera, tanto Velocidad como Rapidez fueron disminuyendo su ritmo debido a que la atracción gravitacional del planeta los atraía. Acelerada, en cambio, fue aumentando prontamente su ritmo de avance y pronto dio alcance a Velocidad y Rapidez. Inercia, que se había dado un ritmo suficiente para no ser afectada por la atracción gravitacional, avanzaba lentamente, pero avanzaba, aunque al poco andar sus competidoras la habían dejado bastante atrás Cuando las corredoras habían recorrido ya la mitad de la carrera, Fuerza de Acción estaba ganando a Fuerza de Reacción en el partido de tenis. Roce Cinético seguía haciendo puntos en las Bochas, Caída Libre seguía saltando en paracaídas, Fuerza Impulsiva dominaba ampliamente los saltos altos y los saltos en garrocha. En fin, todo transcurría con gran entusiasmo y alegría. 
Ya cuando estaban las atletas por llegar a la Tierra, empezaron nuevamente las dificultades para algunas de las atletas, especialmente para Velocidad, Rápida y Acelerada. 
Acelerada ya iba primera y al entrar a la atmósfera empezó a calentarse enormemente, debido a ello debió disminuir su ritmo para no quemarse. Estaba en eso, cuando Velocidad y Rapidez, que venían juntas, la sobrepasaron, éstas, debido a la atracción gravitacional de la Tierra pronto fueron aumentando sus ritmos. Inercia, tardo un poco más, pero también llegó a la entrada de la atmósfera terrestre. 
Y, la carrera no terminaba llegando a la superficie de la Tierra, tenían que, además, dar una vuelta completa hasta arribar al estadio olímpico del Jardín de lo Infinito y lo Finito. 
Como era de esperarse, llegaron primero, y juntas, a la superficie de la Tierra, las atletas Velocidad y Rápida, luego llegó Acelerada y por último Inercia. 
Por entonces, Roce Cinético y Fuerza de Roce con el Aire ya habían terminado sus respectivas competencias y, claro está, las habían ganado y ya lucían sus hermosas medallas en el pecho. 
Roce Cinético y Fuerza de Roce con el Aire, inmediatamente supieron que las atletas de la espectacular carrera, que daría término a las Olimpiadas, estaban llegando a la Tierra y fueron a impedirles todo movimiento ya que esa era su misión en la existencia eterna E Inercia ganó la última y más valiosa medalla de las primeras Olimpiadas que se tengan en el recuento de los anales de la eternidad. Dicen que después participó en otras competencias en distintos lugares y jamás fue derrotada. La gloria y reconocimientos alcanzados por Inercia jamás se olvidarán y perdurarán por siempre, hasta que el tiempo ya deje de marcar la historia pasada y futura.